La industria 4.0
Si bien durante los últimos años hemos sido testigos de un rápido proceso de transformación digital, tanto en Chile como en países vecinos, el COVID-19 ha acelerado aún más el ritmo del cambio y la velocidad de esta evolución. Esto ha obligado a quienes rehuían de las transformaciones a acelerar el paso para igualar a los líderes digitales. Según el informe de la consultora KPMG “CEO Outlook 2020: Covid-19”, un 80% de los CEOs consultados cree que la crisis ha acelerado la transformación; y un 30% considera que actualmente se encuentran “años” por delante de lo que esperaban antes de la pandemia. Ya estamos sumergidos en la cuarta revolución industrial.
El proceso consiste en combinar técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes que se integran en las organizaciones, las personas y los activos. Estas nuevas tecnologías son, entre otras, la inteligencia artificial (IA) y el Internet of Things (IoT). Ambas proporcionan acceso en tiempo real a datos; transformando los productos, las cadenas de suministro, mejorando las operaciones, el crecimiento de ingresos, las expectativas de los clientes y, en consecuencia; cambiando la forma en que se llevan a cabo los negocios.
En el mundo en el que vivimos, las empresas deben y están considerando como prioridad la experiencia del cliente; fomentando la comunicación directa con éste dando prioridad a los canales online. De esta manera, las compañías deben asegurarse de que sus colaboradores poseen las competencias digitales necesarias para el desempeño de las funciones digitales.
Para adaptarse a la industria 4.0, es necesario que las empresas analicen periódicamente y con un enfoque de mejora continua la eficacia de la digitalización de sus actividades, procesos y productos, implantando acciones de mejora. Utilizar tecnologías y técnicas que faciliten la transformación digital es primordial; tales como computación en la nube, técnicas de procesado masivo de datos en tiempo reducido, inteligencia artificial (IA), entre otras.
Existen softwares como el de M-Risk para gestionar y respaldar grandes cantidades de información, permitiendo desarrollar gráficos, cuadros y reportes automatizados para analizar masivos volúmenes de datos. Con softwares de esta índole, es posible tomar decisiones más informadas, ágiles, efectivas y en resumen, mejores.
Según la compañía especializada en el desarrollo de soluciones de nube, Oracle, “en este mundo hiperconectado, los sistemas digitales pueden grabar, supervisar y ajustar cada interacción entre los objetos conectados. Este mundo físico se combina con el mundo digital de modo que pueden cooperar”.
El Internet of Things (IoT), concepto que se refiere a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet, es otro aliado de la Industria 4.0. Este sistema sirve para rastrear y monitorear. Muchas empresas utilizan sensores que, gracias al IoT, pueden ser transportados por personas con facilidad. Algunos permiten medir la calidad del aire y avisan a los usuarios a través de aplicaciones en sus teléfonos móviles cuando el aire está a niveles peligrosos. Otros de estos dispositivos se utilizan para trabajar con radiación y mineras. Gracias a los innumerables usos que las empresas pueden darle al Internet of Things, éste constituye un elemento que aporta considerablemente a la competitividad empresarial.